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Manualidades decorativas

Las hebras se disponen entrecruzadas por su parte media y se atan; se anudan de a pares y se prenden con alfileres sobre el almohadón.
Luego se divide, como ya se ha descrito, por pares de hebras, anudándose siempre la hebra derecha de un par con la izquierda del par contiguo. El diámetro del fondo tiene que estar de acuerdo con la base sobre la cual descansará la maceta.  La red no debe tejerse con malla demasiado abierta, porque entonces pierde su efecto decorativo. Una vez alcanzado el tamaño deseado, se anudan entre sí los extremos sueltos de las hebras izquierdas y derechas, cerrando la red por arriba. Luego se confeccionan dos trenzas que se unirán para colgar el macetero.

Manualidades decoracion

Red tejida sobre tubos.  Floreritos
Se toman por los extremos 8 ó 10 hebras delgadas de rafia partida y se anudan; luego se forma un lazo para engancharlo en un soporte y poder trabajar cómodamente.
Se empieza anudando cada par de hebras aproximadamente a 2 cm de distancia. Se toma la hebra derecha del primer par y se anuda con la hebra izquierda del contiguo, nuevamente a distancia aproximada de 2 cm.

Manualidades pita

La pita, tal y como se presenta en el mercado, está retorcida y suele tener varios cabos, cada uno de ellos compuesto por finísimas hebras no muy largas pero sí muy resistentes. Si tales cabos se deshilan quedan convertidos en hebras, con las que se puede realizar una trenza delgada que nos permitirá después construir tapetes de diferente formas y tamaños. Los trabajos de este tipo son muy finos y muy apreciados.

Manualidades decoración

Pasemos, pues, a las explicaciones prácticas.
Con una madeja de lana o un ovillo, tendremos suficiente material para fabricar dos corbatas de color único. Las corbatas deben empezarse por la parte más ancha, iniciando la labor por un punto de cadeneta que nos proporcione una anchura de unos 5 cm, por ejemplo. Sobre este punto de cadeneta montaremos el punto de nuestra elección, que aconsejamos sea bastante tupido. Trabajaremos así en una tira de unos 35 cm (unas veinticinco vueltas, aproximadamente, pues depende del grosor de la lana). Al llegar’ aquí, conservaremos el mismo número de puntos en la anchura de la tira, pero continuaremos el trabajo con un ganchillo de un número menor del utilizado anteriormente. Observaremos que la anchura de la tira disminuye un poco casi de forma imperceptible. Continuaremos el trabajo unos 5 cm más y repetiremos la misma operación; cambiaremos de ganchillo para utilizar un número menor. Continuaremos la tira 5 cm más y al llegar aquí, y utilizando siempre el último ganchillo, disminuiremos un punto de cada lado de la tira. Ahora bien, estos dos puntos que suprimiremos no deben ser ni el primero ni el último, sino el segundo y el penúltimo, para evitar que en la tira que debe servir de corbata se produzcan escalones desagradables. Trabajaremos unas cuantas vueltas más y volveremos a repetir la misma operación. Tendremos entonces que la corbata, que la habíamos iniciado con un ancho de unos 5 cm, ha disminuido hasta tener una anchura de centímetro y medio. Esa será la ideal para confeccionar todo el trozo, que debe ir oculto debajo del cuello de la camisa. Es aconsejable que a partir de aquí el punto sea más largo, para que el espesor de la corbata también disminuya junto con la anchura. Esto puede conseguirse, por ejemplo, utilizando el mismo punto, pero tomando hebra una vez más. Se continuará la tira unos 40 cm más, y al llegar aquí pueden añadirse dos puntos más, uno a cada lado, y se continuará tejiendo hasta la total realización de la corbata. El largo total de la prenda debe tener, aproximadamente, 1,20 cm.

FABRICACIÓN DE JERSEYS

FABRICACIÓN DE JERSEYS
La fabricación de jerseys, tanto a mano como a máquina, podría haber sido tratada en el apartado de labores. Pero hemos preferido dedicarle un espacio particular, debido a la gran variedad de prendas y objetos para regalo que pueden fabrirse, bien con el ganchillo, bien con las agujas de tejer.
Si nos tomamos la molestia de darnos una vuelta por las casas de moda, boutiques y otras tiendas del ramo, nos daremos cuenta de la gran aceptación que el punto tiene en todas sus versiones, tanto si es a ganchillo, como a punto de media a mano, o bien jerseys confeccionados a máquina.
Como ocurre con las máquinas de coser, si una señora o señorita se decide a comprar una máquina de hacer punto —de ésas que tanto anuncian en los periódicos—, junto con el aparato tiene derecho a una enseñanza gratuita sobre el mismo. Incluso muchos de esos anuncios que mencionaba, se comprometen a dar trabajo a la persona que ha adquirido la máquina, después de su aprendizaje.

Decoración barroco flamenoo barroco holandés

El barroco flamenco está signado por la obra y la personalidad de Rubens cuya influencia se irradia desde la pintura hacia todas las esferas del gusto de la época. La sensualidad y lo aparente, la visualidad y lo representativo aparecen por doquier. Las formas se hacen decorativas, se complican, se hacen dinámicas. El arabesco se juega en un trazado que produce un profundo halago sensorial. Y allí reside el secreto del fenómeno estilístico flamenco que puede visualizarse en su totalidad 3n la mansión que el gran pintor se hizo construir, en 1610. Esa casa coloca al espectador en el corazón del barroco flamenco. Pero no es la única. La arquitectura flamenca de la época constituye una adaptación local del alto barroco italiano y directa o indirectamente, por si mismo o por medio de sus alumnos, Rubens participa en ese movimiento del gusto de su tiempo que se respira, sobre todo, en Bruselas. No hay quizá lugar dondese note mejor el aporte del barroco que en la plaza principal de la capital belga. El viajero se encuentra allí en pleno siglo XVII. Las casas de las corporaciones, cuyos frentes están decorados con una sutil fineza, ponen de relieve la esencia del barroco flamenco. Las paredes, las figuras, los ornamentos y, por sobre todo, el clima de la presencia barroca que se desprende del conjunto, transportan al espectador a otros mundos y a otras vidas que protagonizaron la historia tres siglos antes. La exuberancia estética puede observarse en los edificios de la Plaza Mayor denominados «El Saco» y «La Carretilla», tanto como la llamada «Casa del Rey de España». Claro que el experto distingue rápidamente el adorno barroco de las dos primeras y las diferencia de la austeridad que demuestra la tercera. En aquéllas todavía subsiste la influencia renacentista mientras que en ésta hay cierta semejanza con el estilo italiano. Bruselas constituye, pues, una de las grandes capitales del barroco. La evolución arquitectónica sigue manifestándose en Flandes durante el siglo XVII en una línea que tiene como antecedentes a Fioris y a Vredeman de Vries, quienes produjeron una especie de renacimiento neerlandés». Pero, como consecuencia de la Contrarreforma penetra a principios del siglo el barroco italiano, que ariaba por fundirse con el gusto imperante entonces. De aquí surge el llamado barroco belga. El nuevo estilo aparece de comienzo al servicio de la Iglesia y se aplica a la construcción de templos. Si bien abundaron las reconstrucciones, también se edificaron, otros nuevos. En todos los casos, eran edificios espaciosos, con columnas a la manera de algunos italianos y se caracterizaban por la presencia de esbeltas torres, rematadas en cúpulas. Esas torres son la verdadera característica del barroco flamenco ya que no había modelos italianos de ese estilo.