
Materiales:
• Masa de tiza y cola.
• Cuenco de madera o yeso.
• Látex blanco.
• Cera en pasta natural.
• Cola vinílica.
• Hojas naturales.
• Trozos de esponja.
• Pinceleta.
• Pincel redondo mediano.
• Esteca.
• Cuchillo.
• Pistola térmica.
• Pinturas al óleo: verde fíalo, blanco, azul ultramar, violeta, tierra sombra tostada y tierra siena natural.
Fórmula para la masa:
• Tiza en polvo 1 kg
• Cola vinílica 1/4 kg
Mezclar 2 tazas de tiza con 1 de cola hasta obtener una masa semiblanda que no se pegue a las manos. Ir agregando más tiza hasta que la masa no humedezca los dedos al trabajarla.
1. Pintar el cuenco (en este caso de madera) con látex blanco y pinceleta. Luego, «estirar» la pintura con esponja, para que quede una mano liviana. Dejar secar durante 1/2 hora.
2. Realizar con la masa bolitas en tres tamaños diferentes, en cantidad suficiente para formar 2 racimos de uvas. Dejarlas secar bien (aproximadamente 24 horas) y pegarlas con pistola térmica, encimándolas para lograr la forma triangular de los racimos.
3. Colocar tiza sobre la mesa y estirar la masa con los dedos hasta lograr un grosor de unos 3 mm. Colocar sobre la masa las hojas naturales y presionar levemente para marcar las nervaduras. Cortar con cuchillo por los bordes.
4. Levantar las hojas de masa con espátula y aplastar con los dedos los bordes para afinarlas. Pegarlas con cola vindica al cuenco, doblándolas en algunos sectores para darles movimiento. Hacer los cabos con rollitos de masa y pegarlos al cuenco con cola vindica. Para realizar el cabo del racimo, hacer un cono alargado y con una esteca marcar una muesca en la parte superior.
5. Pintar las uvas con tierra siena natural y luego darle toques con violeta, azul y blanco. Pasar sobre la pintura un trocito de esponja para esfumar los colores.
6. Pintar las hojas con verde ftalo y blanco. Matizarlas con unas pinceladas de tierra sombra tostada y tierra siena natural. Nuevamente darle unos toquecitos con esponja para esfumar los colores.
7. Tomar un trozo de esponja y humedecerla con cera, embeber con tierra siena natural y pintar el cuenco. Matizar los bordes superior e inferior con óleo tierra sombra tostada para darle apariencia de terracota avejentada. Pasar una esponja para integrar los colores.
Para tener en cuenta:
• El punto de la masa se logra cuando no se humedecen los dedos al trabajarla.
• Envolver la masa en polietileno para que no se seque.
• Las uvas deben estar bien secas (duras) antes de ser pegadas al cuenco.
• Para ablandar la masa, en caso de que se seque o se cuartee, tomarla con las manos húmedas y trabajarla hasta que recupere su elasticidad.
• Si las nervaduras de las hojas no quedaron bien marcadas, pueden remarcarse utilizando un cuchillo.
• Para proteger la pieza, pasarle una mano de barniz mate una vez que el trabao esté bien seco, es decir en 3 semanas.
Las pinturas al óleo pueden adquirirse en pinturerías artísticas. La tiza, en ferreterías.