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Como proteger ventanas de madera

Proteger ventanas de madera.
Quiero que me aconseje el mejor barniz para aplicar en unas ventanas exteriores de madera que voy a instalar en un anexo de mi casa.

Antes de su instalación en obra, aplica sobre la madera una imprimación incolora. lista evitará el desarrollo de hongos, el ataque de insectos y los cambios dimensionales que se producen como consecuencia de la humedad. Posteriormente, una vez colocada la ventana, extiende un protector decorativo pigmentado o transparente especial para exteriores. Con esto evitaremos la «fotodegradación», manteniendo la madera en perfecto estado de conservación durante muchos años. Las principales marcas de este sector disponen de productos adecuados de alta calidad, por lo que debes dejarte aconsejar en el comercio donde los adquieras.

Pavimento para el garaje

¿Qué pavimento pongo en el garaje?
Voy a ampliar una pequeña vivienda unifamiliar de segunda mano. Bajo esta ampliación, quiero realizar un garaje de unos 35 m2. ¿Qué pavimento económico me recomienda para el mismo?

En general, cualquier material es válido siempre que presente una resistencia adecuada a las cargas (para evitar fallas y agrietamientos) y una adherencia adecuada del vehículo aun en condiciones de humedad. El pavimento de hormigón suele ser el más utilizado. Su superficie puede ser pulida, impresa o, incluso, coloreada, y según su composición tendrá una diferente resistencia mecánica y química a la abrasión y al desgaste. Otro material puede ser el caucho (con un acabado en relieve para evitar deslizamientos), que resulta más económico en su instalación, pero precisa de un mantenimiento constante para cumplir con su vida útil.

Mejorar la ventilación en la cocina

Van a instalar en el edificio gas natural y nos han comunicado que es necesario practicar unas aberturas de ventilación en la cocina. ¿Podemos realizarlo nosotros mismos?

Si si se cumple la normativa vigente; si no, carecerán de validez. Se han de practicar dos aberturas de 200 cm2 como mínimo, directamente al exterior, tapadas
con rejillas. Cuando estas    aberturas no puedan    comunicar con el exterior, lo harán mediante conductos de sección equivalente, quedando los extremos cerrados con rejillas o con
tela metálica robusta. En la salida de aire el canto superior del orificio de ventilación estará como máximo a 10 cm del techo, y en la entrada el canto inferior deberá estar como máximo a 30 cm del suelo. La superficie de entrada y la de salida pueden subdividirse en múltiples rejillas, siempre que la superficie total sea equivalente. Jamás se deben tapar estas aberturas, ni colocar ningún objeto delante que impida la correcta ventilación.

Muñecos de trapo

Hay otra forma de fabricar muñecos de trapo. Así como en el caso anterior hemos ido añadiendo los adornos necesarios, en éste se trata de pintarlos. El procedimiento a seguir será muy simple. Se trata de pintar sobre la tela que hayamos elegido para fabricar el muñeco la figura que se quiera representar. Dicha pintura debe estar perfectamente acaba da, como si en lugar de hacer un muñeco se tratase de realizar un cuadro. Ahora bien, la pintura debe hacerse representando la parte delantera de la figura elegida y también la parte de atrás, siguiendo exactamente el mismo contorno. Una vez terminada la pintura, hay que unir los dos contornos y rellenar después con serrín, viruta, lana o copos de goma-espuma. Últimamente dicho procedimiento es muy utilizado, ya que resulta muy aceptado por el público. Con él se realizan todos los tipos de muñecos que luego son utilizados, si se construyen en dimensiones grandes, como cojines, por ejemplo.

Realización de muñecos de trapo

Para la realización de otros muñecos de trapo se procederá de la misma manera, teniendo en cuenta los adornos que cada uno debe llevar. Si se trata de un pato, por ejemplo, sería conveniente que el pico fuese de otro color que el cuerpo, lo mismo que las patas. Las alas tendrán que colocarse superpues tas, igual que las orejas en el caso del perro «salchicha».
Si lo que se confecciona es un pollito, habrá que añadirle la cresta, que se fijará a la cabeza, cosiéndola entre las dos piezas del cuerpo. Las patas del pollito se pueden fabricar de alambre, forrándola de lana amarilla a punto de ojal. Si queremos que el pollito se tenga de pie, deberemos finalizar sus patas de alambre en un redondel que después doblaremos para que sirva de base. Este redondel quedará perfectamente disimulado si, antes de finalizar el forrado de las patas con la lana, colocamos unas piezas de fieltro amarillo cortadas a tiras. Estas piezas quedarán sujetas al alambre por la propia acción del punto de ojal que se practica sobre el alambre, haciendo el efecto de la pata.
La fauna, por lo que se refiere a la confección de muñecos de trapo, puede ser reproducida casi en su totalidad, formando un ejército de la más atrayente vistosidad.
Deberá fijarse especial atención en la cola de los animales, pues si bien en muchos casos puede ser una continuación del cuerpo, otras veces habrá que hacerla por separado para superponerla después. En este segundo caso puede hacerse de alambre revestido de lana. Piénsese, por ejemplo, en la cola de un monito.
Otro elemento a tener en cuenta es la crin o melena, en el caso del caballo y del león, que muchas veces podrá formarse con hilos de lana. En este caso, los cabos de los mencionados hilos de lana podrán sujetarse en el centro, entre las dos piezas que forman el cuerpo.
La punta de la nariz, las uñas y otros pequeños detalles, que el buen sentido del constructor indicará, acabarán de dar realce a estas figurillas de la industria casera de la confección.
Naturalmente, también se pueden representar muñecos con forma humana. El procedimiento a seguir será exactamente el mismo que para los animales, sólo que los contornos deberán ser diferentes. El efecto del cabello puede conseguirse fácilmente con hilos de lana terminados en una trenza, por ejemplo, si lo que se ha querido representar es una niña. Una vez cortadas las hebras de lana con el largo y del color que se desee, éstas se fijan con un pespunte, unas al lado de las otras, en la mitad de la cabeza, donde coincidirá también la mitad de cada hebra. Si,.como hemos dicho más arriba, después se hacen dos trenzas, exactamente como se peina a una niña, el efecto resultará perfecto.

Bordados Mallorca y Valencia

Mallorca
El bordado mallorquín se deriva de los trabajos que primitivamente se hacían sobre los «rebocillos» (prenda femenina que enmarca la cara). El motivo va, generalmente, bordado en rojo y azul sobre fondo blanco y representa la ondulante rama de la vid. También se utiliza mucho hilo blanco sobre fondo azul claro. El bordado mallorquín es muy usado en mantelerías y paños en general. El turismo es un gran consumidor de este tipo de bordados.
Valencia
Antiguamente de una gran tradición, en la actualidad se limita al bordado de pañoletas para el traje regional valenciano, que consiste en bordados sobre tul con aplicación de lentejuelas.
No podemos terminar este apartado sin hacer referencia al bordado en blanco tan apreciado, en general, por todas las mujeres españolas. Ya en el siglo xvm, nuestras damas lucían en paseos y en bailes hermosos bordados en sus prendas de vestir tanto exteriores como íntimas. Esta tradición ha llegado hasta nuestros días de forma que rara será la mujer que no tenga en su armario sábanas, manteles o ropa de lencería bordada en blanco. La demanda de este tipo de bordado va en aumento, contrastando con que cada vez hay menos bordadoras a mano. Dada la importancia que creemos tiene esta técnica particular, reseñaremos brevemente el modo de su ejecución.

Trabajos en casa

Personalmente conocemos a diversas personas que en este momento trabajan en una u otra industria casera. En realidad han sido estos ejemplos los que nos han incitado a escribir este volumen. Pero, naturalmente, para que cualquiera de dichos trabajos resulte productivo no sólo se debe aprender 9;* realizarlos, sino que la persona en cuestión debe desarrollar, ademas, su iniciativa personal para ver de qué forma puede colocarlos en el mercado. Por ejemplo, si son labores de punto lo que se realiza, se pueden vender o confeccionar por encargo, a través de una tienda o de una clientela particular que una misma se vaya realizando. Si son objetos de madera habrá que pensar en la realización de tui pequeño muestrario que sirva de orientación a los futuros compradores. Y así, todo lo demás.
Y pasamos a los ejemplos mencionados. En primer lugar, trataremos de aquellos que consideremos más fácilmente realizables y cuyo desembolso inicial sea poco elevado.

Mujeres que realizan en sus casas diversos trabajos

De niñas, muchas mujeres aprendieron a bordar, a coser, a hacer punto… Realizan, para los suyos, verdaderos primores. Otras tienen capacidad para pintar, para construir muñecos, para modelar arcilla… ¿Por qué no hacer de esta habilidad una fuente de ingresos? ¿Quién les impide trabajar para una tienda, para una boutique, haciendo cosas por encargo?
La verdad es que en este momento existen muchísimas mujeres que realizan en sus casas diversos trabajos: son modistas, sombrereras, tejedoras de punto, bordadoras, fabricantes de perchas para colgar la ropa de los niños, adornadas con diversos motivos infantiles, mujeres que trabajan la rafia, el corcho… Muchachas que decoran pañuelos a mano, que hacen muñecos ataviados con trajes regionales. Ya hemos dicho que el tema no se agotaría en un solo volumen.
Mas por lo aquí expuesto, no habrá que considerar que los trabajos de las industrias caseras pueden realizarlo solamente mujeres. Hay otros muchos aspectos de estas industrias que son cultivados por los hombres. Así, la construcción de pequeño mobiliario de artesanía, los trabajos en vidrio, metal, corcho, la taxidermia, etcétera. Nos hemos ocupado en este apartado de la mujer porque debido a la permanencia en la casa a que le obliga, hoy por hoy, su condición de esposa y de madre, disfruta de unas condiciones más apropiadas para desarrollar, en su hogar, dichos trabajos.

La Mujer es la principal protagonista del hogar

¿Por qué la mujer es la principal protagonista de las industrias caseras?
Indudablemente, gran parte de las lectoras estarán casadas. Quizá muchas de ellas habrán tenido la sensación, en uno u otro momento, de ser una carga para el marido, un elemento improductivo que más que una ayuda constituye una carga para el presupuesto familiar. Quizá tales mujeres habrán querido conciliar el trabajo con la vida del hogar, sin poder conseguirlo. Muchas habrán exclamado alguna vez: «¡Ah, si no fuera por los chicos…!» Pero los niños existen, están ahí y no se les puede desatender. ¿Cómo salir a trabajar fuera de casa, cuando los bebés necesitan del cuidado de sus madres? Hay que bañarlos, darles la papilla, tienen que dormir la siesta, etc. Y más que el trabajo físico —con ser mucho—, los niños constituyen, sobre todo, una gran exigencia de horario que no permite ni siquiera pensar en tener una actividad laboral fuera del hogar. Muchas esposas que habían conti^ nuado su vida profesional después de casadas se han visto obligadas a suspenderla después de la llegada del primer niño, sobre todo durante los primeros años de vida del bebé. Todos los intentos para incorporarse de nuevo a la vida laboral han tropezado, a la hora de querer llevarlos a la práctica, con graves inconvenientes.
Sin embargo, cada vez más, en el mundo moderno se impone que la mujer trabaje, que tenga sus ingresos propios, su independencia económica. Cada vez con mayor fuerza resulta necesario que la mujer sea en el hogar no solamente el ama de casa que se cuida de lavar la ropa y de hacer la comida, sino una colaboradora que comparta realmente, con marido, tanto la responsabilidad económica co: la moral. No intentaremos, ni mucho menos, dar en es líneas una solución a los muchos problemas que las mujer moderna tiene planteados. Eso sería trabajo de economistas y sociólogos y requiere sesudos estudios y planificaciones a escala nacional. Simplemente intentaremos, modestamente, apuntar posibles soluciones individuales que remedien en parte el problema de las mujeres que quieren trabajar, sin necesidad de abandonar su hogar durante muchas horas del día.

Productos elaborados en el hogar

¿Quiénes son los consumidores de los productos elaborados en el hogar?
Principalmente, y en su mayoría, se trata de personas jóvenes. Si echamos un vistazo a nuestro alrededor, veremos que quienes adornan sus cabellos con llamativas y extravagantes flores, sus gargantas con brillantes y extraños collares, su anatomía con prendas fuera de serie y sus habitaciones con objetos exóticos y decoraciones «no clásicas» son, principalmente, los jóvenes y aquellas personas que, sin poder ser consideradas como jóvenes por su edad, mantienen, por el contrario, un espíritu dinámico y renovador.
¿Quiere decir esto que los artículos de las indu trias caseras tienen que ser necesariamente frap-pants llamativos y dislocados? Rotundamente, no. ¿Hay algo más clásico que las mantas de lana teji das a ganchillo que ya nuestras abuelitas y las abu las de nuestras abuelitas, confeccionaban sentadas tras los cristales de las ventanas de sus casas, en tarde lluviosas e invernales? Y, sin embargo, las mencionadas mantas de lana, tejidas con brillantes colores, son el último grito de la moda. Esto quiere decir, simplemente, que los consumidores de los productos de las industrias caseras son personas que saben encontrar la manera de engalanarse y de adornar sus hogares con cosas estéticamente bellas y que no cuestan una fortuna. Y precisamente por eso, porque tales objetos no resultan caros, son susceptibles de ser cambiados y renovados con relativa frecuencia.
¿Quién se atrevería a cambiar de sitio o a suprimir la vieja cómoda de estilo chippendale, que vale una fortuna y que desde tiempo inmemorial adorna la entrada de la casa? Sin embargo, ¿qué cuesta sustituir la sencilla mesa de madera de pino por tres sillas de enea que podemos pintar, por ejemplo, de color naranja?
Si observamos con atención a nuestro alrededor, como ya hemos mencionado anteriormente, veremos que en las famosas boutiques, tan de moda últimamente en nuestro país, se venden toda una serie de objetos que se llaman choses, things u otros nombres más o menos extranjeros, y que son, ni más ni menos, productos de las industrias que nos ocupan: collares, bolsos de punto, pequeños objetos decorativos construidos en madera o en metal, juguetes ingeniosos, cojines de lana, «ponchos», mantas, flores de papel, boinas de punto, calcetines extravagantes, tapetes de arpillera, pantallas de formas diversas, etcétera.